SISTEMAS DE ROCIADORES

Los sistemas de rociadores automáticos son los sistemas de extinción de incendios más empleados y eficientes. Gracias a su versatilidad son aplicables en muchos tipos de riesgos, desde zonas de producción o procesos hasta áreas de almacenamiento en la industria, almacenes logísticos, silos de refrigeración o de congelación, infraestructuras comerciales, hospitalarias y residenciales, aeropuertos, terminales de pasajeros, edificios de oficinas, entre otros. El principio de funcionamiento consiste en una red de tuberías con rociadores cerrados, tarados a una temperatura determinada, que al ser alcanzada por efecto de un incendio produce su apertura dando lugar a la descarga de agua por el rociador.

Existen diferentes tipos de sistemas de rociadores automáticos, siendo el más habitual el sistema húmedo, con agua presurizada en las tuberías del sistema en todo momento. También encontramos el sistema seco, que suele emplearse en riesgos donde existe la posibilidad de congelación; contiene aire o nitrógeno bajo presión en las tuberías y al activarse un rociador por efecto de un incendio, se produce la despresurización previa del gas antes de dar paso al agua para su descarga por el rociador. 

Otro tipo de sistema es el sistema de preacción o de acción previa, que es un sistema de rociadores que está interconectado a un sistema de detección de incendios que ha de activarse para producir el paso de agua por las tuberías y su descarga por los rociadores que se hayan abierto a causa del incendio. Este tipo de sistema se recomienda para la protección de riesgos en los que una descarga de agua accidental puede ser un gran problema, como por ejemplo en museos, salas blancas de laboratorios o archivos.